Manifiesto de base libertaria

Muchas instancias de organizaciones de sociedad civil han surgido en los últimos de postdictadura, una parte importante después del desmantelamiento del estado socialista y popular, de la privatización de empresas y servicios públicos de agua potable, energía eléctrica, comunicaciones, lo que sucedió por decisión de los gobiernos de turno, pero con participación directa, o al menos con la complacencia de los partidos políticos. Igualmente surgieron en medio de las demandas justas por el aseguramiento de los derechos humanos y el surgimiento de nuevas banderas de la niñez, jóvenes, mujeres, de pueblos indígenas y grupos étnicos, de personas con discapacidades, de la reivindicación por opciones sexuales diferentes y del medio ambiente, entre otras. Estos organismos surgieron muchas veces para llenar vacíos que los gobiernos y partidos dejaron en el cumplimiento de los roles del Estado.

El rol de los organismos de sociedad civil no es de ser oposición a los gobiernos de turno, ni a los partidos políticos, ni sustituirles en sus funciones. Pero tampoco de ser apéndice, subordinados de dichos gobiernos, ni de partidos políticos, o de grupos económicos, religiosos y de la cooperación.

Las diversas expresiones de sociedad civil deben articularse mejor, superando muestras de debilidad, fortalecer capacidades y establecer relaciones de respeto con los comopañeros de otras organizaciones del pueblo, ya que solo el pueblo defiende al pueblo.

Para ello debemos mantener un discurso y acción coherente, inclaudicable en defensa de los derechos humanos, que son políticos, económicos, sociales y culturales, y en particular de los intereses de los miembros del colectivo en cuanto ciudadanos iguales a todos los demás.

Y la mejor forma de hacerlo es proporcionando información útil, de calidad, actualizada a la población, promoviendo espacios para su información y capacitación, para el análisis, el debate, la construcción de propuestas surgidas desde las propias realidades, territorios y derechos adquiridos, contribuir también a la construcción de mecanismos, de metodologías, de estrategias efectivas, partiendo de las propias experiencias y otras experiencias.

Claro esta que las personas que efectúan estas actividades son la gran minoria, el karma social actual esta impregnado en cada hogar en cada sistema, en cada siquis.

Por aquel motivo que las pocas organizaciones con un enfoque de autonomia se deben unificar a partir de la empatia de sus objetivos, marcos teoricos e ideologicos. Sabemos que las sociedades actuales son complejas, cada sociadad tiene variables reales e imaginarias que divergen del resto, es por eso que las riquezas de matices hacen pensar en un gran espectro de actividades humanas.

Mas que la inteligencia, es necesaria la garra, el espiritu que nos mueve, es la sumatoria de la pasión, la información, la destreza del conocimiento y el amor.

La garra es la herencia cultural e historica que viene depositada en nuestros genes, información genetica que el comun denominador de las personas posee, pero gracias a la domesticación de ciertas habilidades naturales, han sido olvidadas, esto hace mas poderoso al sistema dominante (imperio) que condiciona la vida humana, sometiendola a una cadena de bienes y servicios artificiales, perfeccionados a través del tiempo por la ciencia y su tecnología.

En conclusión la solución esta clara, una vía de automía energetica, el reecuentro con nuestra esencia, el avance de la conciencia y el respeto mutuo hacen de la comunicación un canal fundamental para recobrar la calidad endemica de nuestros cuerpos, los cuales han sido deformados por los trastornos de la historia y la ignorancia de algunos hombres personalistas que no ven la majestuosidad de la vida...

Se trata de contribuir a la Construcción de la Ciudadanía Revolucionaria para que las personas informadas y vivas de los que sucede influenciemos, nos movilicemos y presionemos a los funcionarios de los diversos poderes del Estado, a quienes les pagamos con nuestros impuestos, para que cumplan con sus funciones y responsabilidades proponiendo y consensuando políticas públicas, leyes y presupuestos que contribuyan al desarrollo humano autosustentable en una primera etapa.